Explosiones en el cielo

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Y entonces me vi
parado-en-la-parada
esperando el 53
en Plaza Lezama
con mi remera de Joy Division
oliendo a humo
mientras observaba
-encandilado-
esas explosiones en el cielo.

Eran las 3 de la mañana.

Nicolás Igarzábal

Invitación

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El jueves copamos, bebemos y leemos.

Están todos invitados.

21 haikus rellenos con dulce de leche

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(haiku = 5 sílabas + 7 sílabas + 5 sílabas)

#1
Ya no hay reyes,
ni reinas, ni caballos.
Jaque mate, chau.


#2
Pena de muerte
al maldito inventor
de la ansiedad.

#3
El mortal kombat:
abajo, adelante,
patada baja.

#4
Dieciseis años
tiene esta pendeja.
Voy a ir sopre.


#5
¿Vos sos de verdad
o sos un holograma
de mi cabeza?


#6
Hablale de mí
a tu psicólogo hoy.
Haceme caso.


#7
Y te acordarás
de esa noche azul
toda tu vida.

#8
Hoy ya caminé
quinientos kilómetros
de tu espalda.

#9
Podés disparar,
ahogarte o mirar
el Gran Hermano.

#10
¿Guasón o Simpson?
En el Docke te espera
el Negro Pablo.


#11
Entonces cobró
la ley de la ventaja

que siga, dijo.


#12
Tomé cerverza
con la chica más linda
y justo llegó él.

#13
Sugus confitados,
tus cigarrillos Lucky
y Pixies atrás.


#14

Me bostezás en
la nuca y me duermo
mucho más feliz.

#15
Y tus defectos
serán siempre tus
mejores armas.

#16
Vos sos como un
helado granizado
con avellanas.

#17
Con el Rulo
somos socios de un bar

del microcentro.

#18
En el Luna Park
me tocó fila 8,
al lado tuyo.


#19
Tus pies descalzos
cruzando el alambre
de púas grises
.

#20
Flor de salame
tu novio baterista
(Sí, lo envidio)


#21
No me dediques
un poema, dijiste.
No pude cumplir.

Nicolás Igarzábal

Juramento hipocrático

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I)
Lo pruebo y lo pruebo
pero no hay caso:
mi aparato reproductor masculino
no reproduce MP3.
A esta altura ya no sé
si llamar al médico de guardia
o al servicio técnico.

II)
Mi sistema digestivo
carbura a base de alfajores Terrabusi
helados, hamburguesas de McDonald's,
Danettes de chocolate, medialunas,
vino, fernet y asados con amigos.
Es imposible, ¡no hay chances!
de que mi alma pese 21 gramos.
La mía está excedida de peso
y no piensa hacer dieta, ni ir al gym.
No lo voy a permitir,
por lo menos mientras trabaje
dentro en este cuerpo.

III)
Me quebré el antebrazo
al caerme de la escalera.
Fractura expuesta,
dijo el traumatólogo
y me puso un yeso
por tres meses.
El radio se me partió en dos:
ahora tengo AM y FM.
El único que no está en sintonía,
que no agarra la onda,
debo ser yo.

IV)
No me alcanzan
los 140 caracteres del Twitter
para describirte.
Quiero darte un poema
que te vuele la cabeza,
el cerebro, el cerebelo
y el bulbo raquídeo.
Quiero ser
la médula espinal de tus días
y hacerte olvidar
de las cuentas del gas,
del teléfono
y del agua caliente,
que no asoma ni por asomo
en tu departamento de Caballito.

V)
Soy socio Nº 12.053 de Boca Juniors,
voy todos los domingos a la cancha.
Xeneize desde la cuna,
mi viejo me puso Román por Román.
Por eso no voy a aceptar que en mis venas
corran sólo glóbulos rojos y blancos.
Los míos son azules y amarillos,
a lo sumo, grises.
No pienso darle la razón
a ese hematólogo canalla
que en el juramento hipocrático
seguro cruzó los dedos.

Nicolás Igarzábal

La última tuca

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Y mientras mis perros
olfateaban a tus perros
-enredados entre las piernas-
me dijiste que te ibas a Italia
y que no sabías
cuándo ibas a volver.

Nos fumamos la última tuca
-como despedida-
y te fuiste silbando
un ángel para tu Soledad.

A veces sueño con vos
-rapada como un cepillo-
haciéndole fuck you
a la cámara
y bramando, esposada:
¡Amor y anarquía!

Hay noches
que ese libro rojo
siento que me ladra.

Nicolás Igarzábal

Foto: Ezequiel Mazariegos