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Estás viendo al mundo pasar
ahí sentado
en tu superpullman de ansiedad
butaca reclinable
con apoyabrazos
fila 4 asiento 18
pasillo
Estás apagado,
sos un fernet
con coca light,
no te levantan el ánimo
ni con dos poleas,
la marea de tu cuarto
te está ahogando.
Vas y venís,
fade in-fade out,
parado al costado de la ruta
con las balizas puestas
haciendo dedo
para que alguien
te suba
y te lleve
a la estación de servicio
más cercana
a cargar nafta
y optimismo
Sos más inestable
que el Windows,
siempre tropezás
con la misma cáscara de banana,
ya tenés los pitucones gastados
de tantas caídas,
ya hiciste tu rutina
frente al público,
tu varieté de bajones,
ya imprimiste
una resma de mambitos A4.
Tenés que escapar
de tu Alcatraz mental,
cargar tu valija
con 2 o 3 veranos
y dar la vuelta al mundo
en 80 discos.
Tenés que meter
todos tus dramas
en la Moulinex,
encenderla
y comértelos
de a pedacitos.
Date cuenta que estás vivo
que ese torrente rojo
que te corre por las venas
no es daikiri de frutilla.
Empezá fijándote
en las cosas chiquitas
que hay a tu alrededor,
los detalles son deliciosos,
no te olvides:
que el bosque
no te tape el árbol.
Nicolás Igarzábal
ahí sentado
en tu superpullman de ansiedad
butaca reclinable
con apoyabrazos
fila 4 asiento 18
pasillo
Estás apagado,
sos un fernet
con coca light,
no te levantan el ánimo
ni con dos poleas,
la marea de tu cuarto
te está ahogando.
Vas y venís,
fade in-fade out,
parado al costado de la ruta
con las balizas puestas
haciendo dedo
para que alguien
te suba
y te lleve
a la estación de servicio
más cercana
a cargar nafta
y optimismo
Sos más inestable
que el Windows,
siempre tropezás
con la misma cáscara de banana,
ya tenés los pitucones gastados
de tantas caídas,
ya hiciste tu rutina
frente al público,
tu varieté de bajones,
ya imprimiste
una resma de mambitos A4.
Tenés que escapar
de tu Alcatraz mental,
cargar tu valija
con 2 o 3 veranos
y dar la vuelta al mundo
en 80 discos.
Tenés que meter
todos tus dramas
en la Moulinex,
encenderla
y comértelos
de a pedacitos.
Date cuenta que estás vivo
que ese torrente rojo
que te corre por las venas
no es daikiri de frutilla.
Empezá fijándote
en las cosas chiquitas
que hay a tu alrededor,
los detalles son deliciosos,
no te olvides:
que el bosque
no te tape el árbol.
Nicolás Igarzábal
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