La poesía es anarquía

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¿Alguien leerá estos textos? Eso es lo que me pregunto todas las noches, cuando me pongo a escribir acá, en este escritorio. Es como tirar una botella al mar con un papel adentro: nunca sabés a quién le va a llegar ¿Y saben qué? Eso es lo que más me gusta.

Me interesa retratar estos tiempos. Cualquier cosa me inspira para escribir, ya lo demostré todos estos meses: un viaje en colectivo, un corte de luz, ir al supermercado, soplar las velitas, una chica que me pinche el globo, una historieta de hace 30 años, un buen disco, una foto de mi infancia, la solapa de un libro, una película loser, un SMS equivocado, un programa de televisión que le pongan puntaje a los que bailan, un recital de rock, una charla nocturna de MSN, una simple moneda de 50 centavos. Todo está ahí, a nuestro alrededor, esperándonos. Me gusta encontrarle magia a lo cotidiano, buscarle belleza a las cosas mundanas. No hay nada más difícil que eso.

Gracias a todos los que me leyeron este año y que me seguirán leyendo el próximo. Hablo de Flor, Mich, Ibi, Martín, Jime, Julia, Julieta (las 3 J), La Pipi, Lucas, Meli Cirigliano, Mica, Juan Manuel, Lucía, Franchie, Chapa, Nati Jota, Tama, Yami y -especialmente- a todos los lectores anónimos. Los silenciosos. Los que se tiran de bomba a esta pileta sin cloro y se llevan algunas gotitas del blog impregnadas en el cuerpo. Son los que más me gustan.

Brindo por un 2011 sin photoshop, sin playback y sin efectos especiales. Un 2011 real, que se pueda tocar, zamarrear, desarmar y desordenar.

La poesía es anarquía.

Nicolás Igarzábal

igar_@hotmail.com

Edesur

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esta noche de verano
ya me comió 3 velas
estamos sin luz
en toda la cuadra
desde las 5

a mi alrededor:
una bic azul
un gato ronroneando
un póster de led zeppelin
un celular descargado
un libro de murakami
una linterna con pilas duracell
un disco de elliott smith
una vela pegada en un plato
una guitarra con tres cuerdas
una notebook sin wi-fi

la vida posmoderna
se declara en estado de emergencia
crisis del sistema (nervioso central)
supervivencia burguesa
en pan de hamburguesa

la llama resiste
el viento la zamarrea
pero ella saca pecho
y no se achica
cuelgan estalactitas
de cera caliente
goteando y goteando
como lágrimas de fuego

tengo
una boleta de edesur
entre mis manos
toda arrugada
maltratada
que no tiene la culpa
de todo este embrollo
son las 3 de la mañana
30 grados centígrados
dicen en la radio

la heladera chorrea el piso
los glaciares de mi freezer
se derriten como el perito moreno
calentamiento global
en mi propia cocina
los muchachos de greenpeace
no dicen ni mu

estamos jodidos
sin aire acondicionado
ni ventilador
a esta altura
-lo juro-
me conformo con un cooler

el ventilador quedó paralítico
las aspas
fijas
impotentes
crucificadas
me piden perdón

la llama se extingue
amaga y amaga
esto es poesía
en tiempo real
a contrareloj
-mejor dicho-
a contraluz

deambulo por los pasillos
con la linterna
parezco un sereno
pero
si hay algo que acá no ronda
es la serenidad

basta!
que se termine la vela,
el cartucho de la birome
o las pilas de la linterna:
alguna de las tres
tiene que rendirse

yo voy a seguir peleando
contra este cuaderno
de espirales amarillos
que me pide a gritos
que lo ensalce de tinta
y lo use de placebo
para matar esta noche
-o al menos-
darle una buena cachetada

Nicolás Igarzábal

La Cajera de Coto

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la cajera de coto
es un show de goles
rubia, chiquita
piercing en la nariz
una celeste cid oxigenada

me pregunta
si efectivo o con tarjeta
mientras le hago un travelling
con mi cámara invisible
desde su ojo izquierdo
hasta su ojo derecho
chocando con el zoom
contra sus pestañas

compro dos cocas
salchichas y fiambres
menú de supervivencia
para soltero veinteañero
monaguillo de ilusiones
ex pesimista
100% algodón

son 18 pesos
pago con uno de 20
le doy un Rosas
me devuelve un Mitre
unitarios y federales
vuelven a enfrentarse
en nuestras palmas
dos muertos punk
en el cementerio de la recoleta

avanzo
y le digo
le confieso
que voy a escribirle un poema
(el poema más fachero del mundo)
para que lo pegue
en su caja registradora
y lo registre
todos los días

ella se ríe
me mira
la miro
y me embolsa todo
con ternura
delicadamente
y se me acerca
para decirme
a los ojos
"el que sigue"

me voy cabizbajo
silbando bajito
con la cola entre las patas
pensando que ese poema
que no se consigue
en ninguna góndola
que no entra
en ningún changuito
tal vez hubiese sido
el poema más fachero del mundo

Nicolás Igarzábal

Los 3 deseos

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Apagaron las luces
me están cantando
todos juntos
a coro
que los cumplas
que los cumplas feliz
estirando la "a" del nicolás
para que entre en la métrica

me piden que sonría
para la foto
mirando la torta
el flash me enceguece
y me inmortaliza

cuando pienso los 3 deseos
frente al bizcochuelo
ya no pido la paz mundial
que boca salga campeón
ni que me regalen
la última playstation

esta noche
cumplo 25 años
mi memoria ram
sólo almacena
los últimos 15
tengo más futuro
que pasado
pero elijo
conjugar mis días
en el presente pluscuamperfecto
que me tocó en los dados

año tras año confirmo
que la vida
es un múltiple choice
donde no hace falta
justificar cada respuesta
que todo este asunto
es un elige tu propia aventura
abierto en la página 17

empecé a escribir
cuando sentí
que nadie relataba
mis tiempos
que nadie pintaba
mi aldea
con albalatex

arlt is dead
walsh is dead
cortázar is dead
fogwill is dead

leer a tantos muertos
-gloriosos, inalcanzables-
me hizo descubrir
que estaba vivo
y eso
es una gran ventaja
sobre todos ellos
una a mi favor

encontré refugio
en los signos de exclamación
y pude hallar
-finalmente-
los ingredientes secretos
de mi propio chimichurri
para ensalzar otros corazones

descubrí
que no era el cover
de ninguna otra persona
dejé de hacer playback
y de fingir las muecas
frente a la cámara
para silbar
mis propias melodías
para desafinar
por mi cuenta

las poesías
son verdades absolutas
maquilladas de ficción
tienen más realidad
que los noticieros
más sangre
que los diarios
y más climas
que el servicio meteorológico

las poesías
son globos aerostáticos
que nos elevan con helio
hasta lo más alto
son chalecos salvavidas
que nos sacan a flote
inflados de apuro
por estos mismos pulmones
con los que ahora
estoy soplando las velitas

Nicolás Igarzábal