Las venas abiertas de Américo Gallego

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I)
En el séptimo día,
el Señor se sacó las sandalias
destapó una Quilmes Bock
y se recostó en el sillón
a ver Independiente-Racing.
Todo lo que siguió después
-incluídos nosotros,
Bochini, el Palomo Usuriaga
el Coco Basile, el avioncito de Rambert
y los comentarios de Perfumo-
no es más que su resaca,
la resaca de Dios.

II)
Darwin investigó
durante años y años
hasta llegar a la conclusión:
el hombre desciende del mono Burgos.
Sobrevivimos varios siglos
trepando a los arcos,
atajando bananas,
y cuidándonos de no ser devorados
por una manada de Chilaverts hambrientos.

III)
Yo te hablaba del amor verdadero
como Romeo y Julieta,
El Quijote y Dulcinea
Clark Kent y Luisa Lane,
Pagani y Riquelme,
la Suller y el plantel de San Lorenzo.
Pero vos eras inmutable
-sangre de estatua-
más fría que una heladera Whirlpool
enterrada en el medio de la Antártida
en pleno mes de julio.

IV)
¡Histórico!
gritaban las tapas de los diarios
con Carrizo desconsolado,
manchando todas las páginas
con sus lágrimas,
después de ese domingo negro
en que El Monumental ardió
como la Roma de Nerón.
Sí, River se fue a la "B".
El Beto Alonso se enfureció,
Ramón Diaz tuvo un panic attack
y hasta dicen que Américo Gallego
intentó cortarse las venas
con una Gillette,
pero no pudo -no tuvo coraje-
de tan gallina que es.

1 caracoles:

Anónimo dijo...

Más Burgos, menos Cappa!

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