La última tuca

|
Y mientras mis perros
olfateaban a tus perros
-enredados entre las piernas-
me dijiste que te ibas a Italia
y que no sabías
cuándo ibas a volver.

Nos fumamos la última tuca
-como despedida-
y te fuiste silbando
un ángel para tu Soledad.

A veces sueño con vos
-rapada como un cepillo-
haciéndole fuck you
a la cámara
y bramando, esposada:
¡Amor y anarquía!

Hay noches
que ese libro rojo
siento que me ladra.

Nicolás Igarzábal

Foto: Ezequiel Mazariegos

0 caracoles:

Publicar un comentario